jueves, 10 de mayo de 2012

Los hemogramas


Muchas veces nos hacemos un análisis de sangre, y al llegar los resultados la única palabra que nos suena es eritrocito, siendo optimistas. Pues bien, en este artículo indicaré cómo se manifiestan los resultados de un hemograma en nuestra salud. En dicho documento, suele venir el nombre del componente estudiado, las cifras entre las cuales debería oscilar, y la cifra correspondiente a nuestro organismo, por tanto lo que necesitamos saber es qué pasa porque tengamos, por ejemplo, un déficit de neutrófilos, o un exceso de hematocrito, que será lo que describiré. Teniendo esto en cuenta, junto con la información que prosigue, y aunque pueda servir como orientación, conviene ir a un médico, pues no siempre se corresponde lo estimado con la realidad.



Número de leucocitos (WCC)

Disminuyen:
  • ·         En situaciones en las que la médula ósea no puede producir células, por estar ocupado su espacio e inhabilitada su función debido a agentes infecciosos, tejido tumoral u otro tipo de agentes.
  • ·         En infecciones graves. Aunque en un primer momento el número de estas células aumenta debido a una invasión externa, la cifra puede llegar a disminuir si el agente agresor es más fuerte y produce la muerte de los leucocitos.
  • ·         Por algunos medicamentos que producen toxicidad sobre la médula ósea como los quimioterápicos (para el tratamiento del cáncer).

Número de hematíes (RBC)

Una cifra por encima de lo normal puede indicarnos:
  • ·         Tabaquismo: Las personas que fuman suelen tener más globulos rojos de lo normal. Esto es debido a que el tabaco disminuye el oxígeno que hay en la sangre y esa reducción estimula la producción de glóbulos rojos.
  • ·         Insuficiencia respiratoria: Los pacientes que tienen poco oxígeno por otros motivos, por ejemplo por tener una bronquitis crónica, también pueden tener más globulos rojos de lo normal.
  • ·         Vivir en zonas muy elevadas: El incremento está relacionado con la presión atmosférica y la falta de oxígeno, factores a los que el cuerpo responde fabricando más hematíes.
Una cifra por debajo de lo normal nos indica:
  • ·         Anemia: Las causas pueden ser muy variadas como la falta de hierro, de vitamina B12 o de ácido fólico.

Hemoglobina (HGB)

Una cifra superior a la normal indica lo mismo que el aumento en el número de glóbulos rojos.
Una cifra por debajo de lo normal indica también lo mismo que el descenso de hematíes.
Existe una situación en la que la cantidad de hemoglobina es discrepante con el número de glóbulos rojos: la talasemia. En este caso el individuo tiene muchos glóbulos rojos pero de menor tamaño que lo habitual y poca hemoglobina en comparación.

Volumen corpuscular medio (VCM)

El VCM alto indica que los glóbulos rojos son grandes. Esto se produce en enfermedades como el déficit de vitamina B12 o de ácido fólico, en patologías del hígado, o cuando hay un consumo elevado de alcohol.
El VCM bajo indica que los glóbulos rojos son pequeños. Se produce en la talasemia (alteración de la hemoglobina que conlleva una reducción del tamaño de los hematíes) y en el déficit de hierro.

Hemoglobina corpuscular media (HCM)

Está aumentado en el déficit de vitamina B12, ácido fólico.
Está disminuido en el déficit de hierro o en la talasemia.

Plaquetas

Aumentan:
  • ·         En ocasiones las plaquetas aumentan como reacción a una enfermedad transitoria o crónica o en casos de hemorragia aguda.
  • ·         Existen patologías de la sangre que se caracterizan por un número de plaquetas por encima de lo habitual (entre dos y tres veces).
Disminuyen:
  • ·         Algunas infecciones muy graves pueden reducir el número de células que se producen en la médula ósea, por ello los pacientes tienen anemia, pocas plaquetas y pocos leucocitos.
  • ·         Algunos individuos tienen unas sustancias (anticuerpos) en su sangre que destruyen sus propias plaquetas, como si no las reconocieran como propias.
  • ·         Cuando existe una actividad excesiva del bazo.
 
Velocidad de Sedimentación (VSG)

Aumenta:
  • ·         En infecciones.
  • ·         En enfermedades inflamatorias crónicas como el lupus, la artritis reumatoide, la polimialgia reumática, etc.
  • ·         En anemia.
  • ·         Es una prueba inespecífica, es decir, no sirve para detectar el lugar de la infección o inflamación en caso de que las hubiera, ni diferencia unas de otras. Sin embargo, su alteración indica que existe algún trastorno que hay que intentar diagnosticar. También es útil en el seguimiento de pacientes: la eficacia del tratamiento se evalúa mediante la reducción de la velocidad.

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