La salud mental es, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural, lo cual garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y potencial emocional, entre otros. Esto es, por un lado, nuestro grado de felicidad, y por otro, la existencia de enfermedades mentales que puedan dificultar tanto nuestra relación con el entorno como nuestra propia vida. Dichos ámbitos están relacionados entre sí; sin embargo, un trastorno mental no tiene por qué conllevar un grado bajo de bienestar mental, exceptuando casos como el de la depresión. Un punto en común en el cual coinciden los expertos es que "salud mental" y "enfermedades mentales" no son conceptos opuestos, es decir, la ausencia de un reconocido desorden mental no indica necesariamente que se tenga salud mental y, al revés, sufrir un determinado trastorno mental no es obstáculo para disfrutar de una salud mental razonablemente buena.
En cuanto a la solución frente a unas malas condiciones de salud mental, la aceptación social ha probado ser la mejor ayuda y también la mejor prevención de desórdenes mentales. Desgraciadamente, las personas con condiciones de salud mental son en muchos países víctimas de discriminación incluso por parte de su propio núcleo familiar, no son aceptadas con facilidad en el mundo laboral, en el estudio y en la comunidad. Esto se debe principalmente a la ignorancia de lo que realmente suponen estas enfermedades, remediables (nunca totalmente) en la mayoría de los casos.
Aquí, un video acerca de los principales trastornos de personalidad, que en la mayoria de los casos suponen un problema para el individuo en lo referente a sus relaciones sociales.
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