viernes, 27 de abril de 2012

Vacunas

Bueno, ahora que estamos en época de vacunas no podía faltar una entrada en el blog de la salud. Pero primero..

¿Qué es una vacuna? Una vacuna es un preparado de antígenos, es decir, de agentes perjudiciales para nuestra salud, que en otras condiciones, o en gran cantidad, producirían la enfermedad contra la que se nos está vacunando. Sin embargo estos antígenos están debilitados, o muertos.
¿Cómo funciona? Una vez dentro del organismo, activa la producción de anticuerpos contra estos agentes, y con ello una respuesta de defensa ante los microorganismos patógenos. Esta respuesta genera cierta memoria inmunitaria, produciendo una inmunidad transitoria frente al ataque patógeno correspondiente.

La primera vacuna descubierta (por Edward Jenner) fue la usada para combatir la viruela, fue todo un avance, pues a partir de esta investigación, se descubrió el mecanismo por el cual se podía preparar al organismo frente a un ataque real de la enfermedad.

Podemos clasificar las vacunas según los siguientes parámetros: Vacunas con agentes patógenos vivos debilitados y vacunas muertas o inactivadas. Además existen varios métodos de obtención:

  • Vacunas preparadas a partir de formas no peligrosas del microorganismo infeccioso
  • Vacunas preparadas a través de la muerte del organismo
  • Vacunas preparadas a partir de antígenos purificados
  • Vacunas preparadas a partir de código genético que codifica proteínas para la defensa del organismo.

En cuanto a la vacunación pública, esto ha supuesto un avance en el sistema de prevención a nivel nacional, ya que antes la población estaba expuesta a numerosas enfermedades, y además de la facilidad de contraer una enfermedad, el contagio se producía muy rápidamente. La campaña de vacunación escolar se suele llevar a cabo en el mes de noviembre, y las principales enfermedades a prevenir son la difteria, el tétanos, la tos ferina, el polio, el meningococo, el neumococo y la conocida como la vacuna triple vírica, que protege contra el sarampión, la rubeola y la pariotiditis. 

Sin embargo, surge una corriente alternativa que critica esta acción, se trata de la homeopatía que se plantea cuestiones como ¿Debemos dar todas las vacunas a todos los niños? o ¿Existe coherencia en el calendario de vacunación actual? o ¿Que alteraciones pueden generar las vacunas en el desarrollo del sistema inmune? Os invito a visitar este sencillo artículo: 

A través de esta corriente se demuestra que no existe la panacea, y aunque las vacunas suponen un gran avance en la prevención médica, no debemos tomarlas como absolutas, pues no lo son. Como todo hay que saber llevarlo con coherencia, siempre utilizándolas en su justa medida.







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